Durante los tres años de ministerio público de Jesús, los doce fueron discípulos antes de ser apóstoles, y como discípulos estaban bajo la instrucción de su maestro y Señor. Si el uso del término “discípulo” hubiera continuado a lo largo de los siglos, los cristianos seríamos más conscientes de nuestra condición ante Jesús y de la responsabilidad que implica. John Stott se hace un análisis de ocho características del discipulado que con frecuencia descuidamos: conformismo, semejanza a Cristo, madurez, cuidado de la creación, sencillez, equilibrio, independencia y muerte. Un desafío a vivir el discipulado genuino, que compromete todo el ser.
Reviews
There are no reviews yet.